Durante las últimas décadas, no es solo el motor de combustión el que ha evolucionado. También la distribución del motor se ha vuelto cada vez más potente. Esto es especialmente aplicable a las correas de distribución.
En 1962, se fabricó por primera vez en serie un motor de automóvil equipado con una correa de distribución. Este innovador invento supuso una auténtica revolución para la transmisión por correa en aquella época. Desde entonces, una gran variedad de marcas y modelos de todo el mundo han confiado en este tipo de distribución del motor. Con el desarrollo de nuevos materiales y diseños de dientes, la vida útil de las correas de distribución también ha aumentado, ya que son más resistentes a las temperaturas extremas y soportan mejor las altas cargas.
Material de la correa: No hay dos iguales
A lo largo de las décadas, se han utilizado diversos materiales en la producción de correas:
Caucho de cloropreno (CR): La primera generación de correas no estaba sometida a altas cargas de funcionamiento ni a grandes cargas térmicas, trabajando hasta temperaturas de 80 °C a 90 °C. Estas correas tenían una corta vida útil porque el caucho se volvía rápidamente quebradizo. Esto se aceleraba cuando entraba en contacto con el aceite del motor que se escapaba.
Caucho de nitrilo altamente saturado (HSN): Proporciona una mayor resistencia a las tensiones y trabajando a temperaturas de hasta 110 °C.
Caucho de acrilonitrilo butadieno hidrogenado (HNBR): Ofrece una resistencia mejorada a las tensiones y a las temperaturas de trabajo de hasta 110 °C. Se utiliza en la última generación de correas dentadas, por ejemplo, también para las correas dentadas febi. El HNBR se caracteriza por una resistencia ideal a la temperatura, baja fricción y desarrollo de ruido durante el funcionamiento. Además, tiene una mayor vida útil y cumple las normas de emisiones EURO 5 y EURO 6 en cuanto a valores de distribución y combustión.
Correa en aceite: Esta correa de distribución está diseñada para funcionar en aceite y es resistente a la contaminación y a la alta temperatura del aceite del motor.
Diferentes formas de dientes
Las primeras correas dentadas utilizaban formas de diente existentes que ya se utilizaban en aplicaciones industriales. En este caso, cada diente tenía una forma trapezoidal. Con el aumento de los requisitos, las correas debían producir menos ruido y vibraciones, así como una mayor durabilidad y transmisión de cargas. Para conseguirlo, se impuso el uso de formas de diente curvas.
La forma circular permite una distribución uniforme de las fuerzas que actúan sobre el diente y evita los picos de tensión en la correa. Además de las correas dentadas de una sola cara, existen algunas versiones especiales de correas dentadas de doble cara que permiten el accionamiento de la correa por ambos lados y que son acanaladas o tienen dientes en la parte posterior para el accionamiento de los controles del motor o de las unidades auxiliares